SORAYA NAVAS : BELLEZA, DISCIPLINA Y AUTENTICIDAD

SORAYA NAVA

Belleza, disciplina y autenticidad

    Son muchas las mujeres que sueñan desfilar con una corona, un cetro y una banda que las acredite como la más bella de un país, del mundo o del universo, sin embargo, son pocas las que logran alcanzar ese sueño y permanecer en el cariño y en el corazón de la gente por muchos años. Para alcanzar esa meta hay que tener belleza y mucho talento.

    Soraya Nava, la eterna Miss Zulia y Miss Venezuela, es el vivo ejemplo de que belleza y talento deben ir de la mano para permanecer vigente y su recuerdo indeleble en el corazón de todo un país y más allá de sus fronteras. Una mujer que no nació reina, pero si trabajó duro para alcanzar todas y cada una de las metas que se ha propuesto y, lo que es más difícil, mantenerse vigente y siempre hermosa.

    Conquistar coronas, éxito, popularidad, cariño de la gente, admiración y respeto, no es una labor de unos pocos días, ni si quiera de años, no basta mirarse al espejo y saberse linda, no son suficientes los halagos de familiares y amigos, la clave para lograr todo eso es disciplina y mucha autenticidad.

    Esa es Soraya Nava, la chica que en su juventud soñó con conquistar el mundo y se dio cuenta que ese mundo estaba más allá de las puertas de su hogar, de su ciudad y de su país, pero para alcanzar ese sueño tenía que trabajar duro para formarse y ser una digna representante de su gentilicio.

    Soraya nació en Maracaibo, estado Zulia, Venezuela, el 22 de enero de 1958. Su infancia transcurrió en un hogar lleno de amor, disciplina y solidaridad, valores esenciales que ayudaron a solidificar su personalidad y contribuyeron a cultivar la confianza en sí misma y su autenticidad como ser humano.

    La joven soñadora siempre entendió que una belleza sin conocimientos no es compatible, por lo que se matriculó en la Universidad del Zulia, en su ciudad natal, y se graduó como Licenciada en Comunicación Social.  También se formó profesionalmente como Técnico Superior en Administración de Personal y ya para el año 1978 conquista su primera corona importante y más preciada, ser Reina de la Feria de Nuestra Señora de Chiquinquirá, la festividad de origen religioso más trascendental que tiene lugar cada año, durante el mes de noviembre, en la ciudad de Maracaibo y se extiende a otras localidades del Estado Zulia. En dicho festejo se conmemora el milagro de la Virgen de Chiquinquirá, patrona de los zulianos y cuya celebración es motivo de alegría y fe cristiana por todos los habitantes de la región.

    El título de “Reina de la Feria de la Chinita”, como cariñosamente se le llama a la Virgen morena, es el más anhelado por las jóvenes zulianas por su gran significado religioso y tradicional, además sirve de peldaño para darse a conocer públicamente y ser observada por los promotores del gran evento de la belleza nacional, “La Gala de la Belleza del Miss Venezuela”.  

    La belleza, carisma, disciplina y rasgos autóctonos de Soraya Nava no pasaron desapercibidos por el conocido “Zar de la belleza” y Presidente de la organización Miss Venezuela, Osmel Sousa, reconocido mundialmente como un hacedor de reinas. Un hombre que ha dedicado su vida y trayectoria a resaltar la belleza, el talento y el gentilicio de la mujer venezolana alrededor del mundo.  Osmel vio en Soraya una potencial ganadora de tan preciada corona y la llevó a Caracas, capital de Venezuela, donde se preparó en una rutina exigente y muy disciplinada en aspectos físicos e intelectuales para lograr representar dignamente a Venezuela. Es así como en 1980, representado a su amado estado Zulia, Soraya se corona como Miss Venezuela.

    La Organización Miss Venezuela ofrece a las candidatas y reinas de belleza nacional una formación integral y les brinda la oportunidad de participar en programas de sensibilización y labor social, actividades que Soraya no desaprovechó y realizó con gran interés gracias a su profunda sensibilidad social. La experiencia adquirida y la motivación que sintió desarrollando esta loable tarea como Miss Venezuela fue el empuje que la estimuló a trabajar en varias instituciones benéficas como Aldeas Infantiles S.O.S, la Fundación del Niño y muchas otras,  donde necesitaban de su imagen allí estaba ella apoyando las más nobles causas en favor de la infancia y obras de carácter social.

    De su primer matrimonio con el empresario zuliano Wilmer Hernández, procreó un hijo maravilloso, Miguel Ángel Hernández, que es el norte de su vida y el motor que la impulsa a seguir luchando. La unión lastimosamente no funcionó y decide irse a vivir a Europa donde conoce a su actual esposo y compañero de aventuras y sueños, Stephane Peucelle, un Parisino con quien tienen 10 años de feliz y sólida unión matrimonial, su fiel  y amoroso compañero de viajes alrededor del mundo y quien le facilitó integrarse a la cultura francesa de forma inmediata y donde ha sido aceptada con mucho afecto por esa comunidad europea.

    De todos sus viajes por el mundo con su esposo, Soraya ha tenido la oportunidad de conocer diversas culturas, costumbres, novedades, moda y ver los diferentes estilos de bisutería, un mundo que le apasiona, esa industria que produce objetos fabulosos y adornos que imitan la joyería y que utiliza para su confección diversos materiales y piedras semipreciosas.   Esa fascinación produce en esta ex reina de belleza y mujer preocupada por la moda y el estilo que siempre ha estado rodeada de glamour,  de experiencias  seductoras y curiosidad, la condujo a la idea de crear sus propias piezas de bisutería fina de la mano de expertos joyeros y orfebres que aportan a su emprendimiento las técnicas de fabricación de accesorios, que ha sido la base del éxito de su negocio particular.

    Con ese cúmulo de ideas,  sueños y confianza en su buen gusto, Soraya y su esposo se mudan a Estados Unidos donde finalmente muestra su faceta como empresaria y lanza su propia compañía de bisutería fina bajo el nombre de “Soraya Nava Designer”  trabajando con mucho esfuerzo y posesionándose en el mercado americano.

    Soraya Nava es un ejemplo de superación, disciplina y autenticidad, poseedora de una imagen impecable y sofisticada, es de esas mujeres que jamás ha perdido su figura esbelta y proporcionada gracias a su rutina de ejercicios y alimentación sana y balanceada, una mujer que nunca se ve desarreglada porque cuida con tino cada detalle de su look cotidiano, muy sencillo pero chic, vaya a donde vaya es el foco de atracción por su figura, estatura y simpatía. Una mujer sumamente activa porque mantiene una agenda de eventos y actividad social muy intensa y variada.

    Soraya Nava se ha mantenido fiel a sus valores y principios, pero sobre todo se enorgullece de ser venezolana, zuliana y maracucha, su autenticidad está intacta pese a sus millones de kilómetros recorridos por todo el mundo. Es amiga de sus amigas, solidaria, sensible y con la maleta siempre cargada de sueños por alcanzar.